miércoles, 4 de diciembre de 2013

Jessica Luxor

Por equivalencia, al escuchar que eres de bachillerato trato de recordar qué carrizo estaba pensando yo cuando estaba en aquella etapa de la vida.

Recuerdo un punto, el primer día que pasé en la universidad y la primera persona que conocí. Su nombre no lo recuerdo pero sé quién fué y algunas otras imágenes de su mutación a lo largo de los años que viví en el paraiso universitario.
                                                       
Me pregunto, ¿cómo puede haber equivalencia? No puede. Porque lo que recuerdo es un punto futuro al que estás viviendo en este momento que  además está muy enterrado en mi pasado, llamado por pura casualidad en un segundo repetido mas insignificante.

Y tú, tú estás aquí en un ambiente inimaginable por equivalencia en un idioma inimaginable por equivalencia haciendo pedidos que yo nunca hice.

"You're the only one here" you said with a smile.

Estoy fuera. Ido. Eres otra extraña más, Jessica.

martes, 19 de noviembre de 2013

Lecturas y Comunicaciones

Puedo ver sinergia en estos días. La compensación altera lo inanimoso del cansancio y me hace recordar que soy humano y puedo más. Las metas están escondidas en culebrillas de barandales fáciles de saltar.

He confiado bastante en el fracaso proyectado, equívocamente detectado en personas que simplemente esperan sea normal. Normal. Mientras viven sus hijos, vidas y viajes.

Sin embargo en las últimas horas dentro del carro he sentido la calma de lo constante. La tranquilidad de tener piezas incrustadas en días de semanas próximas y tiempo medido con menos juego.

miércoles, 30 de octubre de 2013

De Una Primera Cita

Una primera opción. La emoción de lo nuevo y lo perfecto de tu escogencia en la ruptura de lo desconocido. Todo sale a pedir de boca pues en tus otras dimensiones has aprendido a controlarte. Literalmente estás plenamente preparado para recibirla y situarla en tu vida. Su espacio ya estaba y la esperaba con ansias. Lo que hay lo es todo. Controlaste todo en ti.

Segunda opción. Hay sospechas de que esto vuelva a ocurrir unas cuantas veces más. Esta vez fuiste un poco más ligero inclinando el control hacia tu exposición a sitios acordes. Incrustación de tactos minimizados en los decimales de este número dos. Malabareo. Tu primer contacto. La prueba de lo hecho y la proyección de lo posible.

Enécima quinta opción. Te diste cuenta que entre tantas categorizaciones, ajustes y sitios hay sólo dos o tres cosas que realmente te interesan. Lo demás sabe a paja. Disfrutas y avanzas.

sábado, 12 de octubre de 2013

First Date

Ayer estuvimos hablando un rato.
Hablamos de carreras, de pasado, de idiomas, creencias y religión. Por nervios apaciguados en genuinas sonrisas dudé al final de la noche de regreso a la casa después de llamarla una segunda vez cuando ya se alejaba si nuestras diferencias realmente nos separan.
Sutílmente supimos aliviar las esquinas que nos conocemos y punzar profundo en el otro la idea de que ya estamos definidos, afilados. Pero hay algo más.
Me enamoran sus reacciones. Me fascina la "...lástima, porque nos la llevamos bien". Me suaviza la idea de saber que está plantada, firme en pensamientos que impactan mis memorias. Me hechiza y me asusta.
Creo que nuestro núcleos son compatibles. Pero, honestamente, somos demasiado diferentes en la corteza de nuestras vivencias.
Ayer conocí a una ella fenomenal. Bella. En mi primera cita, formal.
Ella escucha. Y arremete.
Yo ya me he convencido en no doblegar.

jueves, 3 de octubre de 2013

Sin Embargo Recuerdo Mi Última Clase

Reporte de última semana de clases.

Pensé que sería buena idea publicar algo no reciente. Algo de hace tiempo. Un año.

Pero por no escribirlo antes, las memorias se han perdido.

Oh pequeña pieza de mi vida, de mi blog. Eres ya blanca por negligencia.

O marrón, en este caso.

sábado, 10 de agosto de 2013

Mi Padre Omnipresente

A los 25 años me di cuenta de que lo que escuché en el asiento de atrás todas las mañanas en azul o beige tiene supremo valor.
Las canciones de mi padre lo trasladan a donde sea, gracias a cualquiera, en un bar, baño, camioneta.
Y jamás, jamás se irá.
Si conocieran a mi padre sabrían lo valioso que esos 13 sengundos incrustados en momentos aleatorios son.
Como son cubano, espera al último tiempo para en contrapaso abrazar lo fresco de tener a mi padre cerca... En el corazón como dijo Natalia en honor a Agustín.
Él reaccionó incondicionalmente cuando a más de 50 kilómetros me fisuré un falange sin mostrar más mínima duda de un problema potencialmente pequeño.
Mi dedo tuvo trato de Rey y yo lo disfruté tras él.
En general, si tienen a padre cerca sólo quiéranlo. Porque ese ser humano es irremediablemente increíble. Aunque sea ustedes flotando en vida alterna.

domingo, 4 de agosto de 2013

Cambio de Día

En estos días pensaba en cómo los cambios aún se sienten. De estar muerto ya estaría feliz y tranquilo en un sitio tan distinto como este.

En otros días recordaba la emoción de empezar una nueva vida. Intensa hasta extenderse a lo ya estable y poder verla ahora en cuando llegué por primera vez al hotel o cuando caminaba cerca por ahí o a la oficina.

Ahora pienso que es distinto. Sin la certeza de saber si estoy emocionado estoy lanzado otra vez al absoluto cambio. De sitio, de días, de gente y de potencial.

Voy a endeudarme, voy a prometer y a medir. Ahora citadino disfrutaré de la cama en las tardes iluminadas de aire fresco. Mi casa. Por fin un sitio en el que viva yo. La ciudad y yo.

miércoles, 3 de julio de 2013

Va Por La Vía

Existe en mi una clara atracción hacia lugares recónditos de difícil acceso. Recuerdo inspecciones de equipos enormes, hueco de tierra -disque mina de cuarzo- en medio de un bosque visitado por niños de un plan vacional, excavación detrás de una absurdamente larga y polvorosa carretera de tierra.

Mas lo recóndito no lo hace suficiente. Ahora que lo pienso, siempre que he sentido tal vapor ascendente desde el fondo de mis pulmones por el cuello hasta mi paladar y cerebro, ha habido alguien más conmigo; al menos una persona que también está consciente de lo rebuscado de tal lugar.

Y no sólo eso basta. Existe un tercer elemento indispensable. Es necesario que estemos haciendo una actividad particular. La que sea. Obligada o espontánea. Trabajar, inspeccionar, cavar, esperar. Algo que nos haga pasar el tiempo desapercibido y deje claras imágenes grabadas en la memoria.

Creo que es allí donde reposa la melomanía bajo lo vanguardista o lo novedoso. O el placer de entrar en una nueva clase y conocer gente.

Cuanta tranquilidad y ligero éxtasis me da lo banal de algunos recuerdos me hace dudar si es justo calificarlos así. Como cuando hacía la cola de taxis para subir a la Miranda y de repente me perdía viendo hacia el último piso del Unicentro. Inclusive en medio de ese infinito cuchitril sin paredes, creo que todo lo demás se desvanecía intermitente y plácidamente.

Casualmente, nunca supe yo cómo se subía a ese salón del centro comercial.

domingo, 10 de marzo de 2013

Manhattan (1979) - Woody Allen



Los cuadros, por supuesto.

La presentación de dos con exposición promiscua y tendida. La significancia de momentos compartidos con nuevos extraños. La facilidad del olvido por cualquier motivo. El por qué de la indagación y el porqué de la mentira. La superposición de la sensatez. La argumentación a conveniencia derrumbada por una perfectamente tranquila y pausada ternura. La sonrisa de lo alcanzado.


domingo, 27 de enero de 2013

Todo en moderación, inclusive moderación

apareció en la galleta de la fortuna de Ugonna. Estábamos dos titulares y un estudiante saliendo de un bufet chino. Ellos dos habían venido a la zona a ayudarme con la documentación del proyecto y fue en esas en la que me quedé atrapado en un sin parar de comida callejera por el asunto de lo tácito, lo cortéz y lo corporativo. A decir verdad eran salidas agradables en conversación y empatía.
Ellos serían sólo los primeros de una cadena constante de cuatro rotantes extendida hasta la finalización del proyecto, donde cada semana uno nuevo vendría a brindar su apoyo. Apoyo necesario cabe destacar, pues revisar diariamente más de doscientas formas de inspectores ligeramente renuentes no es tarea fácil.
Ya he conocido dos y estoy por conocer al tercero. En general no me puedo quejar... Aunque si tan sólo estas rotaciones me permitieran usar la cocina y el congelador, creo que mi sistema me lo agradecería en demasía.
Ahora que lo pienso, la comida y cómo balancear el tiempo que ella requiere del resto de mis actividades ha sido un inconveniente desde los primeros grados de primaria. En la universidad muchas veces decidí continuar a comer. ¡Hasta en mi casa! Y últimamente he escuchado que la situación no mejorará en lo absoluto para el próximo proyecto. Términos como "comida de bomba de gasolina" han dibujado esbozos de lo que será mi alimentación a finales de 2013.
Balancear mi alimentación no ha sido sencillo estos últimos meses, así como tampoco lo ha sido balancear mis tiempos. Semanas laborales de lunes a sábado me han forzado a apreciar genuinamente lo que es un fin de semana de dos días. Días laborales de horas extendidas han revelado lo mucho que se puede hacer en una tarde libre. Sin embargo, no me he quedado sin ropa limpia aunque sí algunas veces con una nevera llena de cosas inútiles. Y los domingos.... Bueno, ellos son el reflejo atropellado de como mi mente funciona y se equilibra.
Venía en la camioneta hacia este tercer encuentro dominguero, que ya tres veces ha iniciado con la misma sensación, escuchando la lista de reproducción que mi hermano diseñó en las últimas horas que dormí en Venezuela. A pesar de haber retrasado esta cita una hora salí del hotel con las mismas de las veces pasadas. Las canciones que me acompañaban en el recorrido ya las había escuchado camino al pueblo tres semanas atrás. Ya habían despertado en mi un desesperar ante la emoción de saber que Eduardo es mi hermano y que me dedicó un desvelo en tan buen arreglo musical.
Entre intensos sentimientos de hermandad y con la cara totalmente relajada e inerte me puse a pensar en lo seccionada que está mi vida en este momento. Conozco a mi familia y la tengo cerca y querida en recuerdos que se volvieron realidad absoluta en un viaje decembrino a través del tiempo a lo que aún considero mi hogar. Ansío seguir viviendo el cambio y recibiendo noticias de futuros desconocidos y prometedores. Respiro tranquilo la voluntad que me mantiene viviendo en un sitio totalmente distinto al que experimenté durante 24 años de mi vida. Me intriga conocer más personas que protagonicen conversaciones futuras. Anhelo poder ver lo que mis hermanos están viviendo y vivirlo con ellos. Quiero vivir en tres lugares distintos donde el tercero es prácticamente cualquiera menos los otros dos.
A setenta millas por hora estaba programada la velocidad de la camioneta cuando mi mente divagaba. Pensé en una frase que leí ayer acerca del morir lentamente. El señor Neruda me había aconsejado, entre otras cosas, que al hablar compartiera mi pasión y preguntase por la de mi contraparte. Mi pasión... Ya son varios años los míos entendiendo la importancia del balance y varios más en la afinación interminable por su alcance. "Creo que me he quedado sin pasión" pensé. Pensé en cuando dibujé, en cuando bailé, en cuando escuché, en cuando escribí, en cuando toqué, en cuando aconsejé, en cuando estudié, en cuando hablé, en lo que estoy haciendo con mi vida. Hace dos semanas la chica que hoy vería me había deleitado con su fascinación por El Holocausto. Mencionó libros, me mostró fotos, y yo me digné a sólo escuchar y ver. Conversé y mantuve todo a buen nivel. ¡La primera vez hablamos por buenas cinco horas!
Pero el recuento que estaba haciendo en la autopista no me estaba satisfaciendo. Creo que no dejé ver alguna pasión focalizada ese domingo. Tampoco el siguiente.
En vez mi mente entendió muy bien lo que mencionó acerca de sus planes y de sus ambiciones. No lo olvidó al describirle yo la cita a mi compañero de oficina. "Es un chica buena, no creo que deba corromperla. Me gusta ella pero no cómo vislumbra su futuro" fue el resumen concentrado de horas compartidas y llenas de un sentimiento de tranquilidad.

¿De quién o qué es la culpa de que una hora más tarde del momento acordado ella no esté aquí?
Ya estaba cerca de la ciudad cuando pensé que estoy muy balanceado. Que estoy soportando con fuerza divina un balance volcado en pros de un futuro amplio y lleno de las más diversas decisiones. Decisiones que a este paso las tomaré con muy poco contacto humano, o al menos de aquél que disfruto en demasía, análogo a un domingo nublado de sábanas blancas y refrigerador lleno. De cocinarnos.
No puedo pedirle a nadie que venga. Yo no quiero ir a ningún otro lado. Entonces me mantengo avanzando en esta gruesa cuerda, balanceado, pidiéndole en absoluto silencio a todos mis queridos y muy preciados que por arte de magia me observen y se mantengan. Estoy desaparecido, pero el acto aún no termina... Ahora es cuando se pondrá bueno.

domingo, 20 de enero de 2013