martes, 28 de diciembre de 2010

¡Feliz Día de Los Santos Inocentes!

Feliz día de Los Santos Inocentes a todo mis queridos lectores.

Pues esta publicación consiste en el relato de cómo inició mi 28 de Diciembre de 2010. Más fielmente, cómo iniciaron los 28 de Diciembre de 2010 para mis hermanos y para mi.

Ejem.

Estábamos navegando en Internet a eso de las 11:30 de la noche anterior. El lugar era nuestro cuarto, yo con mi laptop en la cama y mi hermano en la computadora de escritorio. Navegábamos en lo que más nos gustaba, Twitter, tonterías muy específicas de Facebook; entonces la escena se reducía a un momento agradable tranquilo y chévere, muy a lo Eduardo pues.

Las doce de la noche llegaron y yo no me había dado cuenta. La misma actividad se había extendido desde un par de horas atrás y no parecía cesar pronto, seguíamos en las computadoras. Yo ahí bien concentrado en mi pantalla.

En eso Eduardo entró al cuarto con una risita (ni si quiera me había dado cuenta en qué momento había salido) y comenzó la mejor parte de la fecha, el inicio.

He aquí objetivamente lo que el señor Eduardo armó:

  • Cambió el azúcar del café por sal
  • Escondió todos los rollos de papel higiénico de la casa
  • Mojó el asiento del inodoro de nuestros padres con agua
  • Mezcló agua con colorante amarillo y con mi consentimiento y aliento la vertió en el pasillo, entre la puerta de nuestros padres y la de nuestro cuarto, simulando orine
  • Escondió las cholas de nuestros padres en el cuarto de Michelle

Para entonces estábamos ya los tres riéndonos en el cuarto de Michi, tratando de visualizar cómo sería la reacción de nuestros padres. Yo no podía contener las risas (atípico) con sólo pensar en la cara de mi papá cuando saliera al pasillo con los pies descalzos. Su hipotética cara de asco me mataba. A Michelle le daba demasiada risa pensar en el momento de escupir el café salado... Y Eduardo, genio insaciable del humor, estaba navegando en la computadora para encontrar más ideas de bromas en la Web, semi-serio pero sonriente, obviamente con la mejor actitud posible.

Aquí es donde cabe la oda a Eduardo.

Yo en ese momento dije literalmente: "amo excesivamente a Eduardo en este momento".
Las bromas estaban muy bien hechas y además viniendo de su pequeña mente era sencillamente genial, nice. Eduardo todo un personaje. Es que nada más con ver los ánimos y las risas que lo acompañaban cuando las brillantes ideas iluminaban su mente me hacía sentir bien poder presenciarlo. Además era progresivo, pues se buscaba incrementar el nivel y el detalle de las bromas, de allí que programáramos las alarmas de los tres celulares de mi papá, el celular de mi mamá y su reloj despertador a sonar en armonía a las 5:50 a.m.

Más tarde, disfrazando la sal con una ligera y superficial capa de azúcar pensamos en dejar el equipo de sonido de la sala a máximo volumen, listo para reventar apenas fuese encendida la televisión.

Factor no considerado: mi abuelo dormía en la sala.

Realmente admiro la chispa inicial de mi hermano y la fresca divertida actitud de mi hermana. Los quiero niños.





Ya el resto es irrelevante.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Será que lo espontáneo...

¡Hola! ¡Buenas noches!

Hace un tiempo, un mes aproximadamente, me puse a pensar cómo en las películas las personas que quieren obtener algo en específico con tantas ganas, las personas inteligentes, dispuestas, crean conflictos para poder manipular la situación a su favor.

Ya a partir de ahí tengo un par de comentarios que hacer.

En primera instancia: ¿qué cosa en específico puedo querer tanto tanto para que me planifique con detalle y control? Han sido varias las ocasiones donde me he encontrado dudando si en realidad quiero "eso" en específico, cualquier cosa, una llamada, un chocolate, una reunión, un objeto. Lo curioso es que creo que en la mayoría de las ocasiones logro convencerme de que no, no es necesario, no lo quiero. Se me hace sencillo decir que no.

Entonces pienso, para lograr un plan, para ser un antagonista, necesito primero eso, necesito querer algo con fuerza, quererlo con excesiva intensidad, sin dudas. Quizás debería ser un YES MAN a ver qué pasa... Nah, muchos obstáculos.

Luego, el conflicto, crear el conflicto. Esta es la parte del tema que me gusta, que quisiera alcanzar. No lo veo como un obstáculo ni como un dilema, simplemente me parece que sería divertido probar mis capacidades sociales para obtener algo, evaluar objetivamente y proclamarme victorioso. Obtenerlo y saborearlo con sobre exaltación de la misma medida a la necesidad que me incitó a actuar.




Creo que no poder llegar a esas circunstancias es el precio de la espontaneidad digerida. Si vas con el río aprendes a llevar el ritmo y fluir, dejando de lado la capacidad de sentir la necesidad de acampar en un punto llamativo, donde la tierra sea barrosa, haga frío, los árboles mohosos, pero estés tranquilo, tengas tu vista.

Por posible miedo a tener que recapitular y hacer marcha atrás por haber decidido mal en un punto pues el número de decisiones fuera del canal se ha visto muy disminuido, y el sentido de aventura se difumina en lo lejano, como el león que vive encerrado, ya aburrido de hasta respirar.

Es medio terrible si además en el fondo te crees con potencial.

Bueno, hacer lo que los demás no hacen podría ser un inicio... Aunque de cualquier manera eso parece estar fuera de lo extremadamente espontáneo. Así que, decide Nano.




Nah, no es sólo lo espontáneo. La espina bajo la piel que reluce en esta publicación es más compleja que sólo eso.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Nano, ¿qué tal el viaje? En serio, ¿qué tal?

Buenas tardes y bienvenidos al maravilloso mes de Noviembre, sin duda el mejor mes del año.

En esta oportunidad me acerco a este espacio descuidado para finalmente poder compartir con ustedes el video que anuncié hace ya bastante tiempo. Sinceramente, me alegra mucho poder publicarlo ¡al fin!

La razón por la cual me tardé tanto en montarlo está relacionada, primero con los derechos de autor de Sony y segundo, con mi terquedad. Quería subirlo en alta definición, más su peso no me lo permitió. Sin embargo ya lo revisé en este formato y me parece que es aceptable.

Espero les guste,
disfruten. =D


En el video no lo mencioné, mas quisiera darle las gracias a mi hermano Eduardo Abrams por haberme ayudado en la edición del corto e inclusión de ideas. También por su apoyo y buen humor.

Gracias Edu, xD

sábado, 25 de septiembre de 2010

Nano, ¿qué tal el viaje?

Buenas tardes.

Quizás haya muchas cosas que decir acerca de este viaje... Pero no quiero decirlas... Al menos no por aquí. Sin embargo poco puedo aguantar por compartir este pequeño video que armé con secuencias filmadas durante mi estadía en el exterior.

an Enriquezco Rodrigueño film.
Gracias a todos aquellos que aparecen en él.


No me queda más que disculparme con los visitantes...
No he podido cargar el video por problemas con una canción y sus derechos de autor...
Sigo trabajando en la resolución de este pequeño pero exageradamente molesto problema.
Gracias!

sábado, 18 de septiembre de 2010

Ya es hora de ser hombrecito

Hoy me encontré en un chat moviendo palabras al antojo de una terrible maña mental que no termino de expulsar.

Desde niño, desde que aprendí a redactar, solía asociar el uso de las preposiciones y el correcto fraseo con una imagen particular: una línea curva adaptándose a puntos no alineados.

Y ahorita me encontré en un ejercicio análogamente similar... Tratando de dar explicaciones sobre decisiones que he tomado, no utilizando los argumentos verdaderos, pensando constantemente... "qué fuerte, no puedo decirle eso".


Una vez escrita la prueba de lo enredado que puedo llegar a estar y de mis dificultades para expresar todo lo que no tenga que ver con lo muy sentido, expondré lo que considero un problema en mi mediante gráficos muy simples.


Esta es La Exigencia.
Es una serie de puntos que he creado, y que mi mente, al observarlos, decide por defecto complacerlos, unirlos. Y, además, con líneas suaves.


No la controlo a pesar de que fue creada por mi. Está ahí, inmóvil, exigiendo, de necia y fastidiosa. Es bien molesta porque yo la veo así, y sobre todo porque constantemente la quiero complacer. No es una recta.


Empiezan mis intentos.
Linea suave, azul. Cubrirla.

Victoria uno.


Le sigue dos.


Y se trancó todo.
Ya no puedo.
O la línea deja de ser curva o tendré que dejar un punto por fuera, porque con Paintbrush y la herramienta que estoy utilizando de la manera que la estoy utilizando haciendo trazos que van del punto "cero" al punto "tres" no lo puedo lograr. Es imposible.

Pierdo, y sale esto.


Y finalizo mi obra de arte.


Insatisfecho, pienso en el primer instante al ver el producto final.



De puntos no está hecha la vida.
Me doy cuenta de que sobre pienso las cosas, y para nada, porque mis "lógicas" conclusiones se alejan notablemente de la realidad.

Y a pesar de que ellos no llenan los días, el punto es que hoy quise hacer lo siguiente:


Pero salió lo siguiente...

Ni modo...

Algún día, pronto, lo lograré...
Si hasta ya me siento con la capacidad de iniciar otra relación... Eso es un logro NOTABLE.

Un día le pintaré una paloma a La Exigencia y hablaré claro. Seré firme, seré un tronco plantado. Claramente terco y bien posicionado. Pies en el cemento. Pies en el suelo con la mente despejada y libre de represiones, afecciones e influencias. El nano ese, que nunca alcanzo.










Y ese día quizás me extrañe...

domingo, 29 de agosto de 2010

Por solo me pasa.

Estoy bajo la influencia de 5 cervezas y un mojito. Finalmente empiezo a sentir.


Acabo de comentar la siguiente situación:


“Es increíble tener la oportunidad de querer tanto a alguien y estar envuelto en un problema hasta llegar al límite de tener que resolverlo para poder seguir viviendo.


Estás tan introducido dentro de él, tan nublada está tu vista que cada microsegundo es invertido en la solución de este problema arrebatador de oxígeno y libertad.


Entonces, rodeado, vendado, llegas a un sitio donde no puedes tolerarlo más. Donde te detienes porque el próximo paso será la equivalencia a la explosión infinita de tu ser en los insultos más rebuscados para atrapar la esencia más destructiva, más punzante.


Te sientas en un campo, en grama, en unas gradas, en la arena, en el patio, en un columpio, en una silla, en el patio de atrás, fuera del cuarto, de la cocina, en el murito, en la colina, en la ventana, en la puerta, en los bordes de la cordura, en un banquito de La Punta y gritas: “Tengo 20 años y a la vez la preocupaciones de alguien de 45”.”


Dichosos aquellos que contamos con tal memoria, que fuimos expuestos a tal límite y conocemos de ello a tal punto que podemos sentirlo. Y sentirlo en los recuerdos. Y llorarlo.


Malditos nosotros que necesitamos de 5 cervezas y un mojito para poder darnos cuenta de lo valioso de lo vivido, de cuánto extrañamos y de lo solos que estamos.


Estoy dispuesto a renunciar a mis estúpidos prejuicios. Les miento, mas les digo.


Dos cervezas más y vomito.


Y mi primo, de patán, la persona que en este momento más aprecio, tiene entre sus pies los pies de una gordita, nada atractiva, que nada me atrae, que nada me atrae, para nada, pero es compañía. No la tengo, la compañía. Sólo una sexta cerveza.


...Cuánto extraño la ceguera, cuánto extraño lo que la gente quiere no extrañar.


Este ambiente todo wasted ayuda, pero no lo suficiente porque no hay con quien compartirlo... Y caminando por esa calle pensé: “El cigarro sabe igual de mierda aquí que allá, no me gusta. Entonces, ¿qué carrizo me mantendría aquí? Tonta seguridad que no le das razón a mi vida. Sólo un primo que sin saber llenar expectativas me entretiene al tener la capacidad de probar límites de manera consciente, aunque definitivamente tendría que aprender a saber cuando parar. Nueva York, diferent city... Same shit.


Gracias, gracias.

Sólo quedan 3 días para seguir en el mismo vórtice. Tres días para poder vomitar en otra parte del mundo. Tres días siendo incompleto aquí. Ya será allá... “Paciencia Nano”, no?


Familia, amigos, los quiero. Pero sin mi niña...

miércoles, 11 de agosto de 2010

Aclaratoria

-Hoy devaluaron el bolívar, o me enteré que lo devaluaron
-Hoy no quería hablar con el argentino
-Hoy comencé una llamada telefónica contento y terminé resentido, molesto de ella y de la molestia. Molesto de mi y mi sed por ser elogiado. Molesto porque no creo saber llegar a las conclusiones correctas y albergarlas en mis posibilidades mentales. Molesto porque al final ni yo mismo me considero lo suficientemente bueno para mi. Molesto, muy molesto porque no sé de qué molestarme, porque me veo las costuras, porque sueno pretencioso, porque el que me conoce me dice que no lo soy y me cita un ejemplo plausible
-Hoy le dije buenos días a todos los que están en el piso, excepto a los que se reúnen en la sala de conferencias, porque no los conozco
-Hoy mi papá me dijo, "te quiero"
-Hoy sentí cómo mi mente osciló, wuu wuu
-Hoy faltan cuatro semanas y tres días
-Hoy digo que mañana voy a caminar Manhattan
-Hoy envío los documentos a inmigración
-Hoy sé de una fiesta de cumpleaños
-Hoy es viernes y me da medio igual porque las molestias igualaron los días
-Hoy acabo de pensar en Susan, Cinthia y lo detengo
-Hoy es hoy y todas estas afirmaciones son válidas sólo para este día
-Hoy sé que ayer o antes de ayer meditaba sobre algo que se me acaba de olvidar
-Hoy comeré manzana aunque ya me siento mejor del estómago
-Hoy es día de trabajo
-Hoy me está dando sueño y pesadez
-Hoy se acaba pronto, triste
-Hoy


-Hoy es treinta de julio de dos mil diez




Ahorita estoy pensando en tomar el iPod, pero me detiene la idea de que estoy desviando mi atención de lo que estoy sintiendo. Eso me hace sentir medio viejo.

Medio viejo porque es joven y fresco agarrar y correr hacia la salida más estruendosa, como una estrella de rock, vivir en una canción gritada o con una buena guitarra.

Y es a esa situación que me derrite la boca a la que al parecer le huyo... Pero, ¿por qué? Pienso que me siento con ventaja al no practicarlo, que me estoy haciendo más fuerte o más astuto manteniendo la espalda derecha bajo la cascada.

Pero esas son cosas que no se ven a simple vista, y que además son difíciles de conversar. Aunque una vez descubiertas creo que también tienen su atractivo.


Ahora que escribí esto ya puedo agarrar el iPod, tranquilamente.

¡Guerra de Blogs!


It's on! Bitches!

domingo, 8 de agosto de 2010

Vivo

Hoy leí tantas cosas, pasando por las mentes y los estilos de unas cuantas personas tan diversas entre ellas en contenidos y estilos, que estoy algo desorientado.

o.O

A veces siento que mis escritos son muy frontales, es así cuando leo a uno.
Luego siento que este blog está muy nublado, cuando leo a una.

Es el conflicto de la identidad. ¿Será que un día escribiré algo y me daré cuenta que no es compatible con mis estilos y contenidos? ¿Debería limitar más el blog en ese caso? Es que no estoy tan seguro de que me dé cuenta...


Creo que mi contenido es la discusión del fondo, constantemente.



* * * * *



Domingo, 15 de Agosto de 2010


He aquí, 7 días después un poco de contenido para este portal.


De niño solía ver mucho Cartoon Network, era mi canal preferido.
Recuerdo un poco cuando lo escuché por primera vez...

Estaba en mi colegio sentado en una de las gradas en la hora del recreo. Era un día despejado, de esos en los que el reflejo del sol en el suelo no te deja la vista en paz.
Podía ver a la multitud de niños haciendo de todo a lo largo y ancho del patio de juegos.
Metras, tazos, de pie conversando, riendo, en grupitos, grupos, sentados, comiendo, de a dos, cuatro, ocho, nueve.

Y yo ahí. Sentado. A punto de comer terrible desayuno. Pero feliz.

Algunos niños del salón hablaban de caricaturas, de Los Caballeros del Zodíaco para ser más específico, unas gradas más abajo. Comentaban con lujo de detalles las escenas de las batallas, y asignándose cada uno un rol de la serie simulaban peleas entre ellos.
Waaaaoo.

Yo, acompañado de mi mejor amigo para el momento, Marcos Fontes, escuchaba atento la conversación mientras abría mi lonchera de plástico macizo roja con azul y amarillo.
En pocas ocasiones había tenido la oportunidad de ver algunos episodios, pero no le seguía la pista, no podía. ¿Cómo hacían esos niños para saber tanto de esa comiquita?

Hasta que uno soltó la clave. Cartoon Network.

Recuerdo haber preguntado qué era.

Y me explicaron.

Y entonces supe.

He aquí mi interpretación:

Era un sitio reservado sólo para las élites que disponían de televisión por cable en sus casas donde todo el día transmitían, sólo caricaturas.
¡Qué paraíso!

Para mi era como lo ideal, lo inimaginable, un sábado por la mañana eterno.

Mas no lo poseía, no estaba a mi alcance diario.
Como en mi casa no tenía cable tenía que conformarme con el noticiero del mediodía y buscar otras cosas que hacer en vez de estar todo el día viendo televisión.
¡Ah!
Pero, lo gracioso del asunto residía en que en casa de mi tía Norma si había cable.

¡Vaya que eran buenas esas visitas!
Apenas entraba a ese apartamento la acción directa era ir al cuarto matrimonial a pasar horas viendo la televisión en absoluta relajación y risa interna.
Disfrutar de mi mismo. Esa era la definición de acostarse en la cama tamaño King a ver Cartoon Network hasta la hora de partida.

Tom y Jerry era mi favorito.

Inclusive, viéndolos con tanta frecuencia le tome un cierto cariño a la imagen de Metro Goldwyn Mayer. Además era un León, un fino fino león.
Como Los Leones del Caracas. xD

El punto es, y todo esto viene a que un día en medio de estas especiales visitas se presentó la siguiente caricatura frente a mi.

El punto y la Línea

Y, para mi sorpresa y satisfacción personal, hasta el día de hoy no la he olvidado.

En honor a lo grabada que quedó en mi memoria por lo mucho que me gustó entonces, hoy he decidido publicarla aquí,

espero que la disfruten tanto como yo.


viernes, 30 de julio de 2010

martes, 27 de julio de 2010

Extraño a Edu.

Muchas veces la escritura se me es incitada por una canción que no abandona mi cabeza.

(8)... I found a way, I found a way.... If your open up your mind. It's gonna take some time to realize, but if you look inside I'm sure you'll find....(8)

Hoy suena en 103.mimente la canción inicial de la serie "Drake y Josh".
Es como un disco rayado... No ha terminado la frase y comienza otra vez, salta, se repite y comienza de nuevo, en el puente, coro.
Suena tanto que por primera vez hasta le he prestado atención a la letra... Y la razón por la que no abandona mi cabeza es porque está asociada a un recuerdo que anhelo en este momento.


En muchas noches de mi vida universitaria me desvelé terminando el informe para el día siguiente, y el ambiente en todas aquellas fue muy similar: mi hermano en su cama desplomado, dormido, arropado y sin lentes gracias a mi, respirando profundamente.
Como él no puede dormir o quedarse dormido con la televisión apagada, allí ella está, sintonizada en Nickelodeon, emitiendo Drake y Josh.

Y recordando, atormentado por la canción eterna, pienso.

Extraño a mi hermano.
A pesar de la ladilla de redactar esos imbéciles informes, ahora añoro un poco una partecita de esos momentos.

Había instantes en que paraba de teclear y volteaba.
La serie en la televisión de dos hermanos viviendo situaciones graciosas, estando, me entretenía y sacaba del deber.
Miraba hacia atrás y ahí estaba mi hermano, durmiendo. (Los dos compartimos el gusto por las series de Nick... De ahí que Hola Ola sea referido como iCarly peor. Aunque usted no lo crea)
El azul de las paredes afincado por el espectro titilante. La casa callada.
Solo suena la canción incesante, como justo ahora en mi mente.

Lo que pienso es que quisiera estar en un momento así y poder caerle a gritos, despertarlo bruscamente y hacerlo molestar. Esquivar los golpes riendo y tener otra anécdota con él, y contarla cuando tenga treinta años, o sesenta y dos.



Extraño a Edu. Ya le compré su CD de Slash.

Extraño a Edu. Quiero golpearle el brazo o hacerlo sentir más pequeño refiriéndome a él como niño. Quiero preguntarle discreto quienes son sus amigas a ver si descubro quién le gusta.

Quisiera despeinarlo o decirle que no quiero jugar Guitar Hero. Quisiera escucharlo contento decir que mamá está haciendo torta de chocolate. Quisiera regañarlo y demostrarle mi madurez explicándole que se la tiene que llevar mejor con Michelle. Quisiera explicarle algo, cualquier cosa, funciones, fracciones, la marea, motor de combustión interna, que lo aprenda y no lo olvide jamás. Que algún día diga, tal cosa es así y así, me lo enseño mi hermano.

Con él, debatir:

-Quién es más cool
-Quién sabe más de música
-Quién es mejor
-Quién quiere más al otro
-Quién es mejor en Guitar Hero (batería)
-Quién está más seguro de lo increíblemente gracioso que es él
-Quién twittea mejor
-Quién se la llevar mejor con mamá y papá
-Quién le sabe pedir mejor a ambos
-Quién tiene mejores shorts playeros
-Quién tiene más suéteres de cuello alto
-Quién se pone los zapatos de quien
-Quién persigue a quien
-Quién ordena las medias
-Quién usará la computadora de escritorio
-Quién extraña más


Eduardo, Eduardito, te pareces a mi papá, de chiquito eras una albóndiga con patas y llamabas a tío Pablo "tío Paaaalooooo". Enséñame a girar el balón de volleyball en la punta de los dedos y yo te enseño una buena base de matemáticas e inglés.



Lo anterior fue escrito en mi bloc cuadriculado el día lunes 26 de julio de 2010, día cien (se lee cien) de mi estadía en esta ciudad, en horas de la mañana.

Además...

Hoy es buen día para haber publicado esto,
porque mi hermano me incitó con sus tweets
y porque hoy entiendo un poquito más el tema de los juicios, su control, su descontrol.

Nota veloz acerca de lo que quiero recordar:
-Basta de hacerme juicios de mi mismo, y vivir bajo su despotismo.

Gracias Edu.

jueves, 22 de julio de 2010

El mundo de las ventas es duro

y se llama Tierra.




Es un centro comercial de diseño moderno, con mucha publicidad, colores y pocas ventanas al exterior. Un señor de cincuenta años entra a una tienda de venta de zapatos y a los seis minutos aparece un muchacho de veinte años listo para ganarse la segunda comisión del día.
Lo aborda y empiezan a rodar las dos películas en paralelo.

La escena consiste en una cantina del lejano oeste. Se siente el vapor, se escucha la armónica, el viento sopla pero afuera, una bola de paja. El cantinero pule un vaso con su pañuelo rojo y mientras los abanicos son agitados con más insistencia para poder secar las blusas victorianas retumba la patada contra la puerta doble. El golpe del hierro contra la madera le da paso a una silueta oscura y maloliente.

Del otro lado del casino, opuesto a la entrada, el anfitrión observa callado y semisonríe virando los ojos hacia abajo, las cartas no le fallarán. Recupera el semblante y al verlo pasar le incita a jugar una partida con una oferta que a primeras parece insuperable. La sonrisa cómplice junto con un firme saludo afinca en el otro la idea de que nuestro astuto joven sabe moverse en el juego; hará de La Zorra una experiencia divertida. Los trajes pulcros.

Se detiene junto al tablón y con chasquidos indica que no andará con pendejadas en el negocio. Mira su vestimenta con repudio y le pide una mano al sentarse de golpe planeando la mirada por el lugar. Que se sepa bien quién es el que manda. -¡Y más vale que te apures!- Le reclama. Pero el muy condenado no tiembla. Discreto observa cómo sus manos empiezan a barajar con agilidad y precisión. -Sucio. Seguramente estás bien entrenado, no eres primerizo... Jum. Veremos cómo te desenvuelves más adelante- piensa el inmundo.

Nervios desviados de la cara, suenan incesantes los zapatos contra el suelo.

Se escucha un leve bullicio en el fondo acompañado por fichas resonantes, chips. Mujeres de vestido escarlata sonriéndole a los jugadores, afincadas del hombro derecho de los ganadores.
-En la noche de hoy tenemos una promoción especial, al jugar tres manos le regalamos un llavero encendedor- comentaba veloz al repartir. -Pronto notará que sólo le tomará un momento salir triunfante por esa puerta. Pero primero me tienes que decodificar...
>>Mi estimado señor, para jugar La Zorra es necesario aislar la mente, virar los ojos, oler las cartas. Es el juego de los escritores de publicidad, de los dueños de burdeles, de las sectas universitarias, el favorito de Simón Bolívar. A ver, a ver, parece que esta mano le sirveeeee pero no es así. Sabremos al principio del final de la anterior, sabremos cuando los juicios dejen de oscilar, cuando cambie la seriedad sin sacar la sonrisa. ¡Oh!

-¡Esta porquería no me sirve imbécil! A ver si nos vamos entendiendo. No me interesa si no te gusta lo que escupo o tu chalequito londinés, mira que para quitarme las botas no necesito ni tus tres segundos de ventaja. Ve apurando el paso, amarra el ritmo y haz lo que te diga. El juego lo barajarás tú, ¡pero las barajas me pertenecen a mi! lo controlo yo. -Atropelló con voz ronca. >>Ahora, cámbiame este ocho por un ocho y medio de otra pinta. Negro mejor, aguanta la respiración. Un, dos, tres, shot de tequila. Argh... ¡Un dos tres shot de tequila! Vira, vira. Seguimos, atrás dos piezas, vira, vira, ¡revolver! ¡Ja! Vira, vira, vira... Ahí tienes niño, aquí está mi mano. Eres un inútil.

-¡Caballero! ¿Otra mano? No se levante, usted

-Lo siento John, pero el jefe se va por otro camino. No hay venta.

miércoles, 21 de julio de 2010

Forastero


Pensando en el recaer y en cómo lo desmembró, lo desnudó, noté la diferencia de fondos entre su obra y la mía. Más allá de la forma, en la cual no hay punto de comparación, el motor de fondo es un punto discutible al escucharlo y al leerme.

Él, que piensa claro, que piensa justo, viste su mente como desea vestirla y sale a pasear en las oraciones coqueto de sus palabras, con el andar amanerado de tanta pedancia. Y yo, pretendiendo, admirando y tratando alcanzar ese punto, vistiendo los harapos que visto, pensando en las banalidades que pienso, inculto, ignorante, hoja seca en el río, me doy cuenta que en mi idiotez hay una lógica sustentadora:

Afán de relacionarme.




jueves, 15 de julio de 2010

¿Pero, qué es lo que quiero?

Tengo que definir lo que yo quiero.


Quiero tener una mujer con la que pueda disfrutar de mi vida.

La veo construida en los fines de semana, en las buenas relaciones que tengo con mi familia y las cosas que se me ocurren. Además cuando estoy cómodo soy sonriente y hablo demás. Hago reír también. Joussie, Jessika y Jetssel lo pueden confirmar.


El cariño intenso que tengo por mi familia, cada uno de ellos, hace que mi vida brille como los colores que atrapan las cámaras al tomar fotografías ambientadas en Bahía. Hay contrastes, conflictos, opiniones, sencillez y cotidianidad. Mis tías conversan con mi mamá sobre cómo la literatura puede renegar libros por ser éstos "Best Sellers". La playita, mojándome los shorts en esa agua tan cochina, en la que floto ligero.


Cuando tengo hambre opto por acercarme al Snack a comerme la que solía ser una buena hamburguesa. Sentarme solo en esas sillas de madera, con los lentes de sol, mientras los de mi edad, desconocidos por preferencia, me miran a lo lejos y piensan algo burlesco; algunos lo comentan, otros han aprendido.


Puedo ver la churuata de La Punta en plena noche con la miniteca sonando a todo dar. La pista vacía a excepción de dos pares de siluetas caminando, abrazados de frente, en compás. Es Joussie y su novio, y la otra no la conozco. Suena uno de esos merengues actuales que incitan a bailar con fuerza, de esos que en una conversación a la altura son catalogados como mala música.


Me gusta estar sólo con una niña ahí. Sentado en la mesita junto a la piscina que le da de beber a los murciélagos, ofreciéndole una cerveza porque compraré una para mi. Dármela del grande, del bailarín, del que sabe caminar.


La noche arropa, la puedo saborear. Estoy respirando su aire, clorificado.


Al día siguiente, bajando al mediodía, lo primero por hacer es saludar a todos los adultos con la cara inchada. Recibir sus sonrisas inquisitivas pero amables de ¿a qué hora llegaste anoche? Pasará media hora para que mi papá o mi tío Pablo o Pedro me ofrezca una cerveza, la cual aceptaré o no. Una azulita.


Los dos últimos se van a jugar raquetas. Yo me quito la camisa para evitar un bronceado indeseado, y mi mamá desde cualquier distancia me recordará colocarme el protector. Descalzo ahora camino hasta la orilla de olas milimétricas. El agua fría toca mis dedos que se engurruñan para recordar en ellos la sensación de esa arena, que parece tierra, en la que me he criado toda la vida.


Recuerdo una vez que decidí jugar a la Ere con los niños. Corría por todos lados, ellos reían con toda fuerza. Aminoraba el paso persiguiendo a Katherine mas corriendo a todo dar no alcanzaba a Pablito. Eduardo y Michelle reían más de lo que corrían, los quiero. Los quiero a ellos y los extraño, como extraño el saltar las tumbonas para ver si así realmente los atrapo. Tantos niños y yo con 9 años de diferencia persiguiéndolos para ser más niño como ellos, para reír como ellos y perder.


En los cumpleaños nos ubicamos en el mismo rincón donde se arman esas conversaciones custodiadas por periódicos del Meridiano en las sillas, koalas guindados en los tubos de los toldos, y cavas azules en el suelo; sólo que en estas ocasiones las celebraciones son nocturnas.


Hay un bombillo atornillado a un sócate conectado a un cable de terrible aislamiento que pretende estar enterrado en la arena para alcanzar el enchufe que se encuentra en la cocina del Snack.


Hay una mesa blanca y redonda llena hasta las metras de todo tipo de pasapalos salados. Sólo se vislumbra un plato lleno de caramelos y chupetas, el resto consiste en antipasto, pan, sanduchitos, pastelitos, salsas de ajo, de berenjena y queso parmesano, de atún. Y claro, el refresco, mucho refresco para servir en vasos de blanco plástico, enanos.


En algún momento las señoras en unanimidad decidirán hacer sesiones fotográficas con singulares que incluyen todas las posibles combinaciones de todos los presentes. La foto de los cinco, las fotos de las mujeres hacia delante, hacia atrás, sentadas, en pirámide, en pose, en poses, en línea, zigzag; la foto de los hombres, sentados porque no se animan a pararse, excepto para las muy esperadas fotos grupales donde cada quien pone su cara y se mete como puede en el lente de la cámara, pero eso sí, todos con una increíble sonrisa imposible de ocultar, que se escapa espontánea entre los pisotones amistosos. Es mágico.


Las voces suenan como cantos, o bulla, y hay música de fondo. Tío Pablo es el DJ.


Hay consejos, llamados, favores, comentarios individuales, anunciamientos familiares, chistes familiares. Los niños andan en cambote ingresando y saliendo de escena en distintos momentos de la noche, aunque cuando no están, están muy cerca. Lo veo con los ojos abiertos.



En épocas más concurridas todo es más complejo porque mi chévere familia ha decidido conocer mucha gente. No. Mi hermosa familia conoce demasiada gente en el Club simplemente por quienes somos. Yo no conozco tantos, pero los trato.




Soy educado y de buen semblante. De buena tez y voz aguda. Me se parar derecho y soy controlado. Creo pensar un poco más que los demás, mas no necesariamente en cosas más interesantes. Siento que hablo mucho de mi, pero me sé controlar, sé recibir señales.


Y lo que quiero es compartir este pedazo de vida con alguien que encaje, con alguien que entienda, valore y aproveche lo que mis días ofrecen. Ella que sea lo suficientemente paciente para entender que el inicio será lento no por propuesta sino por descarte, y pueda ver a través del tiempo las posibilidades que se le avecinan al aceptar estar conmigo. Tiene que ser alguien que yo le guste, no me sé vender. En persona soy erguido hasta en la actitud, y toma tiempo conocerme. Lo toma, y me gusta que sea así.



De mis amigos, la universidad, Evelio y Débora, hemos creado muchas vivencias, ellos más que yo. Y la mente se me apaga de saber que me pierdo muchas cosas en estos momentos, en los que podríamos mejorar nuestras relaciones, hacerlas más sublimes. Pero ustedes señor y señorita, son otra parte de mi vida de la que tendría la dicha de compartir con plena libertad, porque son como son, ustedes, tan chéveres. Es que todo sería tan interesante. Tanto.



Hoy llegué a la conclusión de que no creo en el salir a buscar una pareja. Creo en la espontaneidad, nuevamente.

martes, 13 de julio de 2010

Sgt. Mac's Lonely Hearts Club Band With A Little Help From The Snake



Estoy que no aguanto a llegar a la casa y prenderla de nuevo.
Hoy pude distraerme bastante en la mañana con el proyecto que me asignaron ayer. Hasta me divertí... Lo que hizo que las cuatro o cinco primeras horas del día pasaran velozmente. Hasta que llegó la tarde y mi mente lo notó...
Es como cuando la vejiga sabe que el baño esta a corta distancia...

Me siento acalorado, cuando cuento los minutos desespero. Me cuesta no ver el reloj, a pesar de que no quiero verlo. No me convenzo. No sé qué hacer. El tiempo... La adicción, el deseo y el tiempo.


¡¡Otro tema!!
¡Las trompetas están sonando!
xD



Hoy pensaba cómo rápidamente pasan las semanas. Hoy cumplo mi sexta en experiencia ingenieril neoyorquina.
En el fondo de todos estos días lo que más me emociona es la fecha de regreso, por lo que esta alta velocidad de los días no me disgusta. Pero hoy almorzando me di cuenta que todos los recuerdos y vivencias venezolanas reposan detrás de esta experiencia, en medio de los pensamientos que surgen en esta carrera posterior, más actual que ellos.

Por querer correr tan rápido a ese reencuentro estoy alejándome a mucha velocidad de todas esas cosas que aún no libero. Hay recuerdos que aún no están listos para formar parte de esa acogedora y lejana memoria; los tengo en mi cariño afectando mi cotidianidad y usándolos de ejemplo en cuestiones diarias, todavía.
No recuerdo cuando dejé de caminar a MEM para caminar al "Main Building".
Sí lo recuerdo. Pero no quiero.
Y son estas letras, como se empieza a volver usual, las que regulan mi respiración y hacen de mis asfixias sensaciones levitantes de lentos palpitares.


Hoy el Club de la Serpiente tomará vino. Y Deb me dijo que siempre estoy yo también.
Hoy vino
y más tarde, se fue.







Pero siempre la consigo...
¡Alegría! xD!! xD! xD!!! xD!! xD!!!


domingo, 11 de julio de 2010

Luces sobre el potencial

Ahorita estoy experimentando la sensación de tener el potencial de hacer algo genial y no haberlo hecho aún. Mi blog va a mejorar.

Siento cómo la sangre sube a mi cerebro, respiro distinto, con más calma, pero el pálpito es más pronunciado, mas no más rápido ni más fuerte, mas bien más presente. La vista se me nubla mientras veo perfectamente; está nublada y detallo más que antes, más allá de la siluetas, los objetos están más tridimensionales. No toca nada. Sólo estoy sentado, viendo respirando, sin sueño, relajado y emocionado.

Estaba pensando que mi profesión es la Ingeniería Mecánica, pues eso es lo que estudio en las clases de la universidad. Estoy muy satisfecho con ella. Pero encuentro en mi cierta vanidad de tener gusto por escribir cuando nada me lo exige.

He leído y he escuchado, simplemente sé sobre cómo el deber puede arrancarle los colores al amor por algo. No es igual hacer algo por obligación que por espontaneidad. Y a pesar de que uno puede llegar a amar su profesión, su trabajo, no es esto a lo que quiero referirme: es diferente lo espontáneo, crece de otra manera.

A donde quiero llegar. Soy ligeramente vanidoso por estudiar ingeniería y tener cierta atracción por la escritura. Lo sé, no soy el único, ni el "mejor". No es eso.

Soy ligeramente vanidoso por estudiar ingeniería y tener atracción por la escritura. También porque me gusta mi manera de pensar. Estoy dispuesto, totalmente, inclusive emocionado, a vivir toda mi vida en convivencia conmigo mismo.

NOTA: Sentí un aire macabro al escribir la última frase. Es que luce como una sentencia, y de ser rota algún día, esa oración hará mi carga mucho más pesada. Y no, no soy un asesino, ni seré.

jueves, 1 de julio de 2010

en Estreñimiento

Alieno.
No puedo ni escribir bien
del malestar. Es como
sueño. Estar lleno.

Alieno, pensando en lo
escrito, sé que desde siempre he
condenado la desapreciación
de lo hermoso, mientras
me desboco hacia lo
incorrecto.

De blanco y negro,
comenté.

Pero hablar de grises es
muy complicado. Explícale
a alguien cuál es el gris
que quieres. Con palabras,
frases completas.

Mas bien uno le apuesta
a ver el gris por ahí,
porque realmente no sabes
cuál quieres, y cuando
pasa cualquiera frente
a ti, lo señalas por sus
destellos o lo opaco o lo
que sea.

Después nos preguntamos
por qué no resultó, por
qué tantos conflictos.

Recurrimos a frases
populares, a todos nos
pasa, nos regordeamos
para falsa esperanza.

Simplemente son pocos
los que se sientan y
piensan, ¿a quién yo
quiero como pareja? ¿cómo
condenar características
si de drogadictos gente
ha encontrado felicidad?
Si los errores nos enseñan
y los defectos pueden ser
fortalezas, entonces ¿cómo
clasifico a mi pareja?
¿Cómo sé a quien quiero?

Y con las amistades
claro que no pasa. Porque...
no sé. Porque es más
amplia. Dos personas más
amplia. Porque no nos
preocupa tanto el desecho.

Yo creo que hasta porque
nos cuesta menos señalar,
porque será menor el
contacto y por lo tanto
menor la condena a
tolerar actos, imbecilidades.
En vez nos reímos, qué
gracioso, se vuelve emotivo,
un chiste. Qué buen
amigo.

Compartimos momentos,
no somos realmente
necios, y si lo somos,
lejanía y olvido, problema
resuelto. El corazón se
cura solo porque no se
amarró, porque le es
más sencillo revocar los
buenos momentos apoyándose
en los malos.

Y al fuckin' amor,
hay que estarle recordán-
doselos. "Se acabó por lo malo,
lo bueno no superó". ¿Y de
dónde vienen las malditas
cadenas que me atan a
ella? De mi.

Que me gusta pensar
en ella, en lo que me
dio. Ahora que no la
tengo
que tolerar, que
no le debo nada
puedo darme el lujo de
extrañarla...

Ya nadie se compromete a extrañar. A pensar lo que quiere, marcar pauta, plantar posición y mantenerla ante piernas carnosas, nalgas firmes y cerebros interesantes.

Todos asumen. No
extrañar es bueno.
Odio extrañar.

Que se dividan los sentimientos en múltiples colores, pero se clasifiquen en dos signos simplifica la vida; y no deja apreciar ni la dulzura de la melancolía ni la amargura de tener a alguien a quien amar.

lunes, 28 de junio de 2010

Luces sobre lo extraño

Creo fue en una iglesia donde escuché... no. Fue el maestro Yoda que dijo, "el miedo a perder es un camino hacia el lado oscuro...".
Y yo en mi mente siempre me he sentido triunfante a no temer a ello.

En algún momento de mi vida aprendí a ser desprendido.

Seguro si pudiese ver una película de mi infancia podría detectar esas ocasiones influyentes. En un viaje a Mérida sin nadie de mi edad, o al perder una lonchera. Quizás un día a mis seis años al renunciar a un juguete porque mi mamá me dice que se lo preste a Erika, sabiendo que ella puede dañarlo.

Desde mi lado, simplemente decidí soltar el juguete.
Pasan dos minutos en los que quiero llorar y de repente me doy cuenta de la alegría oculta en el momento, de ella que parece hacer un nexo más fuerte conmigo que con el objeto que sujeta.
Al final no querer prestar el juguete se vuelve irrelevante.

Y por como me comporto ahora, por como me siento en general respecto al tema, creo que subconscientemente lo he ido desarrollando poco a poco, a paso constante. Me observo y lo noto. Y me lo agradezco.

Tanto es así que más de un amigo mío envidia mi libertad de despreocupación, lo que significa, al menos dos.

Y puede haber un lector, justo ahora, que diga: "pfff, yo tambien me despreocupo", "una vez tenía..." "y lo que hice fue...".
Todos, o casi todos prestamos nuestros juguetes ¿verdad?

Pero ¿hasta qué punto degenerado puede uno despreocuparse?

El asunto es que el mío está un poco lejano, y los que justo ahora me extrañan y sienten que no los contacto lo suficiente pueden ir descifrando... No es por descuido.



Yo no quiero perder amistades

Hay una notable diferencia, bueno quizás sutil, pero definitivamente importante diferencia entre temer a perder un amigo y no querer perderlo.

Extrañar y desear acortar distancia. Extrañar y preguntarse ¿por qué no acortarla?

Tiene que ver con la jerarquización de sensaciones, y su clasificación.

Para mi extrañar no es malo, tampoco digno de ser evadido, de modo que no lo evado.
Estoy seguro que en algún momento de mi vida lo que más necesité, necesito o necesitaré: extrañar.

miércoles, 23 de junio de 2010

así que practiqué Escritura Espontánea

En varios momentos de mi vida he recurrido a una hoja y un bolígrafo. Todas las hojas donde he descargado todo lo que siento en ese momento han sido cuadriculadas. Todas.

En bachillerato, en mi cuaderno de matemáticas, en algún momento, uno de esos en los que me caía de la nube de que Ariadna me paraba, iba a las últimas hojas y empezaba a escribir lo que Bruce Willis me enseñó en Sexto Sentido. Escribir, escribir y escribir sin pararme a pensar lo que estaba escribiendo.

Empezaba por lo que fuese, por lo que pasase por mi mente, y poco a poco iba divisando palabras acerca de sentimimentos, represiones, impresiones, juicios, gustos, posibilidades, entendimiento, locura para alegrarme, querer, odio para relajarme (afincaba más la letra =D). Cuando salía alguna frase que daba en el clavo, sentía como el peso se desamarraba de mi pecho, se volvía aire tibio que viajaba a mi garganta, se me escapaba en el aliento y ahí quedaba, plasmado.

Ese instante es como flotar en suma satisfacción.

Era relajación, por lo que se puede enterder en primera instancia. También era orgullo. Orgullo de tener la capacidad de sentir algo que dentro de ti es tan abstracto, que se mueve, sofoca, y luego escribir alguna frase organizada para dejar constancia fiel acerca de lo que pasó, dentro de ti. Simplemente acercarse, minimizar el error.

Ahora. En otro país, lejos de casa y de las personas con las que estoy acostumbrado a vivir, en un sitio donde no hay familia sino un futuro brillante, donde hay aprendizaje a borbotones, otro idioma, éxito, me encontré en un día apático y en un bloc cuadriculado. Me encontré en un bloc cuadriculado, con hojas parecidas a las de mi viejo cuaderno, ecribiendo el post anterior.

Y al terminarlo, en la pagina anterior, escribí luego lo siguiente:



Tengo mi trabajo adelantado, y un bloc de cuadros en el que me fascina escribir. Así que escribo.

En momentos como éste de repente me pega un impulso por dejar registro de lo que estoy sintiendo. Ahora que lo pienso, o que hurgo en lo que estoy sintiendo me doy cuenta que es algo muy turbio, y escribiendo lo aclaro. Mala suerte si esto apesta, algún día no lo hará.

Quizás lo que me esta pasando es lo que le pasa a las personas cuando detienen el hábito de fumar. Estoy limpiando mi sistema, y en el proceso sudo frío, la cabeza me da vueltas y la mayor parte del tiempo no sé sobre qué estoy escribiendo, aunque sí sobre lo que leo. Quien lo piense bien notará lo tortuoso que es esta situación para mi. ¿Por qué? Porque quiero escribir.

En medio del trabajo, entre el llenado de formas jerárquicas llenas de equipos que me llaman la atención, empiezo a encontrar mi calma escrita, insitada por este magnífico bloc. También la pluma con la que escribo hace el proceso más atractivo. Me gusta la imagen.



Ahora pienso que hablando de nada me empiezo a divertir.

E insisto en que es nada para huir de alguna etiqueta, tratando de hacerme inmune al lector. Y quizás se trata de vulnerabilidad precisamente, de no tener miedo a dejar conocer lo que me gusta, más allá de lo tonto del tema: no es eso. No me parece que escribir sobre algo "tonto" sea tonto, me parece que escribir sobre nada es tonto. No tener asunto.

Por ejemplo, ¿qué asunto le pondría Verónica a uno de mis escritos? Si alguien le preguntase: ¿y de que habla? ella pudiese resumir. O cualquier otra mente. Cualquiera. Quiero universabilidad de lectura en mis escritos, un argumento claro, debatible. Y siempre me consigo ampliando mi mente un poco más... ¡Qué desastre!

martes, 22 de junio de 2010

de No Me Hallo a lo siguiente,

Creo que puedo hallarme en el conocimiento, en la comunión con los que estudian lo mismo que yo. Creo que puedo hallarme en las bromas que ocultan el saber de lo que hay detrás. Creo que me encanta jugar en donde mi mente une puntos, como en los libros para colorear. Ver cómo funciona cada valvulita o cómo doblar los tubos en neumática. Tener un idea brillante al posicionar una puerta. Recibir las felicitaciones del jefe.

Y para ello hay que leer...




Todo converge en el leer. Ahí creo encontraré a esa mente. Y abandonaré la soltería para siempre.

Creo que puedo hallarme en el conocimiento porque es universal. Porque Brayton fue un solo hombre, y su ciclo es único, y existen los que lo conocen y los que no; y luego los que lo entienden y los que no.

Quiero conocerlo hasta poder hallar la analogía en hervir una papa.

Resulta que creo puedo hallarme empujándome a leer y conocer sorprendiéndome a mi mismo. Sorprendiéndome a mi mismo.



Yo pienso (o pense) que tú estás ahí Elena, porque admiro tu escritura, aunque a veces no comparta tus palabras, mejor, tus ideas. A veces no comparto tu punto de vista. Y me he encontrado buscando tu tácita aprobación, te has vuelto una meta tan ideal.

Por lo que dices llego a pensar que estás igual de perdida que yo. Pero fíjate, hubo algo tuyo que me hizo querer encontrarme, en un reflejo de lo que haces. Quisiera yo escribiese como tú. Poder expresar mis ideas y arremeter las tuyas. Llegar en mi mente donde pueda combatir contigo, llevando las armas que quiero llevar. Sólo así estaré tranquilo del resultado de la batalla.

Lo suelo decir: "me gusta leer". Y la verdad es que aún no me doy cuenta de que me gusta, me encanta.
Me intimida tanto todo lo que está escrito.

jueves, 17 de junio de 2010

No estoy viviendo ni en Nueva York ni en Venezuela.

Todas las mañanas se que soñé con Cinthia en una fiesta en casa de Calo, estábamos riendo y había tequila en la barra. Celebrábamos /// porque veníamos de la universidad, de tomar unos tragos del vino que tenían. En el hipo podría estar escuchando a mi mamá que me comentaba en la cocina /// "el otro fin de semana sobre la arena Pedro se cayó y todos nos echamos a reir", y contándonos nos decía: "Senor, usted lo que está es loco". Juguemos raquetas de playa, "vamos Pablo". Y él, que jugando salta al techo /// por la presión presión presión, del trabajo y de la universidad, de Muga y de que quiero saber // dónde carrizo se metió la Serpiente esa. No me he conectado en internet en dos semanas, luna y marte.

No vivo ni en Caracas ni en Nueva York, porque vi en la foto de mi universidad el regocigo de ver el partido juntos. Y a nosotros igual como que no nos interesa.\\

Ni aqui ni allá, cuando en la mesa frente al baño, en el piso 2, en el edificio 4, me quedo con el emparedado de salami con pechuga de pavo, viendo nada, pensando todo.

Y éste será uno de los viajes ¡más excitantes de mi vida!

Ya empiezo a saber por qué. =)

martes, 1 de junio de 2010

La Planta le ganó a mi Mente. ¡¡Genial!



Hoy fue mi primer día en la Planta.
Estoy hiper cansado y emocionado a la vez. No tengo mente para escribir, pero no quiero perder esta oportunidad...

Mencionaré,

Llegada matutina, ingresamos con las tres tarjetas. ¡¡Emoción de que tengo una tarjeta!!
Los mega edificios de paredes metálicas, las cuatro chimeneas coloridas.
Conocer a los otros cinco estudiantes que comenzaron ese mismo día.
Desayuno completo (mapple syrup), charlas, uniformes y documentos.
Amabilidad de las personas, soy el único extranjero de los pequeños.
Varios reaccionaron con una sonrisa al escuchar mi proveniencia. Venezuela.
Libertad, seguridad, así que hay que ponerse los cascos en todas las areas. También los lentes.
Comienza el viaje, los dos edificios, primero el diez.
Salas de control, bellezas rotativas, altas alcantarillas, plástico en mis oidos.
Historia. Carbón en polvo.
Piso elevado, en altitud y temperatura.
El techo. ¡Ohh!
El techo...
¡La ciudad! ¡Ohhh!
¡¡La ciudad!!
La brisa y una foto inapropiada, mal tomada.
El piso del techo era un poco acolchado, casi imperceptible hasta que lo pisas.
Broma en el ascensor. No fue tan buena...
Vamos al otro.
Mi piso.
Mi cubículo.
Regalos de oficina, un vaso térmico.
Una señora como instructora inicial, es Nicaragüense y ¡muy amena!
Baño pulcro, té disponible, nevera y demás.
En el otro piso una breve narración de lo que fue aquella sala de reunión.
Instrucciones,
despedida.

Llegué aboslutamente cansado, pero me costaba no sonreír.
Disculpa memoria por dejarte las sensaciones a ti.
Pobres imágenes, que no hacen justicia...
Registro burdo.

jueves, 27 de mayo de 2010

Imagínense esto,

cuando se levantaron fueron directo al sofá, recostados tan cómodos que a los pocos minutos no sienten sus brazos, al mover los dedos de los pies, en el primer movimiento, sienten como se rompe la estaticidad de los ligamentos, la vista está perdida en la sala, hay ganas de ver alguna película repetida, la televisión esta apagada y no la encenderán.

Hay bocanadas de aire que toman cada cierto tiempo, en realidad están respirando casi sin percibirlo. No sienten ni los pálpitos de sus corazones ni la sangre subiendo por sus cuellos, están en una posición que no parece cómoda ni para ustedes mismos, pero por alguna razón lo es.

Hay un par de personas más en la casa. Ustedes ruegan que no pasen por la habitación porque ni si quiera quebrar la ausencia de sonidos quieren. Ni un hola ni un adiós, nada de cómo dormiste, nada de bien, hola, mal, cómo estás, nada.

Lo que más desean son audífonos en sus oídos, pero están en la habitación. Desean estar escuchando alguna canción desconocida, espectacular, recomendada. Algo que sea internamente divertido, sin sacarles carcajadas, ni si quiera sonrisas, nada, solo una felicidad interna. Podría ser una canción chévere, que tenga unas gaitas escosesas, y que el canto sea como de gente entonando un himno, y es una canción.

Se preguntan cómo carrizo hicieron los ingenieros para crear la pantallita del VHS, y cómo podrían hacer ustedes para ponerle la hora. Quizás en el manual diga como programarlo, o simplemente ojeando el control. Y qué saben ustedes donde está el control de ese aparato, mucho menos el manual. Podrían buscarlos...

Hoy el día está como claro, se ve a través de la ventana. Y hasta quizás este nublado, creen que está nublado porque ayer en las noticias dijeron que así sería. Qué genial sería que empezace a llover de repente y escuchar todas las detonaciones de todas las gotas cayendo sobre todas las posibles superficies que los rodean. Es una orquesta, pero les daría como sueno, y esto está tan bueno que ni dormir quieren. Pero ojalá y pudieran escuchar la orquesta de la lluvia y las superficies.

No han desayunado pero no tienen hambre, creen. Abrir la nevera y ver que hay. Hoy les provoca fresas con chocolate y queso moz.. .. . .. . . .. ... . Para qué, si ni si quiera se quieren mover.

De repente se dan cuenta que no están espabilando, no lo habían notado porque sus ojos no se habían secado, aún no se secan. Espabilan. ¿Cada cuánto espabilarán cuando no están pensando al respecto? ¿Será que en algún momento sienten que los ojos se secan y espabilan sin notarlo? ¿O depende del estado de ánimo? Seguramente depende de los sentimientos del momento, o que si del estrés.

Rompen la estaticidad del cuello, escuchan el cric cric cric cric cric cric de la nuca, ¿o lo sienten? Empiezan a mover la cabeza en círculos como si estuviesen en una sesión de calentamiento, siguen. Ahora hacia el otro lado, arriba y abajo, ocho veces en cada sentido... aja.
¿Qué carrizo están haciendo?

Pensándolo bien no tendría que ser una canción desconocida... Podría ser la voz de John Lennon.

Piensan, qué finos todos los accesorios que tienen en su habitación para usarlos todos los días. Piensan qué estilo tomarán hoy, no lo sabrán hasta vestirse. Es más, su estilo hoy es el estilo pijama.


¿Qué habrán soñado la noche anterior? ¿Y con quién?



* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *



De acuerdo, a cepillarse los dientes. Hay universidad.

lunes, 24 de mayo de 2010

Escucho Box Car Racer una vez más.

"En este escrito me arriesgo a la acción no meditada,
pero es que si me detengo a pensar siento que se me va la sensación, el pensamiento mismo inicial y genuino."
Bernardo E. Abrams


Sucede que


voy en un autobús y a mi lado va una chica. Me esta contando sobre sus aventuras amorosas, sobre los hombres que ha conocido últimamente, sobre uno en particular. Me esta diciendo lo idiota que fue al hacer tal y cual cosa. Yo me río o niego con la cabeza, todos mis gestos van en consentimiento, direccionados a generar una sensación de bienestar en ella. Condeno las imbecilidades del pana, la hago sentir fuerte y segura. Un consejo o dos.
Ella después de haber contado toda la historia con la mirada escondida en sus dedos entrelazados sobre sus piernas, después de haber mantenido un silencio espectante, después de haber escuchado lo que digo con atención, asintiendo, recuperando el aliento... ahora se muestra erguida. El consejo no llega a sus hombros.

en una conversación electrónica, otro día, otra niña, practica una rutina con el mismo inicio al cuento recién relatado. Me cuenta sobre el niño que la mira, pero le tropieza el hombro en el pasillo, pero luego le sonríe, pero luego la ignora, pero como que la quiere, pero tiene novia, pero le toca la mano, pero fue solo un roce, pero habla de ella con su amigo, pero no sabe si bien o mal. Leo, leo, leo, guío, aconsejo. Le deseo lo mejor de la vida. Y aunque hice un juico de ella que algun lector podría imaginar acertivamente, un juicio muy personal, no pasé un mal rato conversando con ella, las primeras tres veces.

algún amigo mío un día se emborrachó fuertemente y lo cuidé no porque fuese mi amigo. En ese momento quise ayudar, decidí no ser un idiota, probablemente era la persona más cercana a él en ese momento. Al final de la faena estaba él en un su cama, limpio, cómodo, me imagino que agradecido en algun nivel de su subconsciencia, durmiendo.
No estoy tan de acuerdo con las responsabilidades compartidas en la borrachera, fue una decisión en el acto.

hay otro amigo, con el que hablado hasta el cansancio de sus quejas. Y a ese pana le tengo afecto.

mi familia siempre ha tenido una excelente imagen de mi. Ejemplar, nano. Y no tienen por qué tener otra,
pero este párrafo existe porque en ella existe alguien, o quizas varios, que ha exigido sus derechos en este post.

hay quienes no tienen cabida en estas próximas palabras.


De muchas maneras, muchas personas han sido cercanas a mi y ahí se han mantenido o habrán pasado a otro plano. Destaco: a todos los que he mencionado los quiero.


Mi punto.

Lo más probable es que mi entendimiento de las relaciones humanas no es lo suficientemente profundo y que soy un mocoso con remedio: el tiempo.

Pero justo ahora me revienta el hecho de que las personas exijan sobre mi un contacto que ellas no inician.
Pero justo ahora me revienta el hecho de que las personas me muestren que se han hecho un juicio negativo de mi por algo que yo no les exigiría, que no les exijo.


i
Pero justo ahora me revienta el hecho de que las personas exijan sobre mi un contacto que ellas no inician.

No, no me he comunicado con casi nadie en Venezuela.
Llamo casi todos los días a mi casa, y hablo por lo menos una hora con mi mamá por teléfono, y con mi papá media. Saludo a mis hermanos y no pasan tres días antes de que vuelva a llamar.

No, no me he comunicado con todos mis amigos.
Y a los referidos parece molestarle dicho hecho.
Recuerdo haber escrito líneas parecidas a estas en una situación totalmente distinta, en otro tipo de distancia.
Nota mental, la distancia es sobrevalorada

Me he comunicado en distintas cantidades y por distintos medios con distintas personas.
Les aseguro que con los que más hablo no me rompen los cojones con exigencias absurdas.

¿Quieren comunicarse conmigo?
Existen al menos tres medios al alcance de sus tiernas manos.
Antes de preguntarse por qué no he escrito ni llamado ni nada, revisen su conteo de intentos por llegar a mi sin haber recibido respuesta.


ii
Pero justo ahora me revienta el hecho de que las personas me muestren que se han hecho un juicio negativo de mi por algo que yo no les exigiría, que no les exijo.

Me revienta el hecho de que las personas me muestren que se han hecho un juicio negativo de mi por algo que yo no les exigiría, que no les exijo. Y no lo toleraré nunca. Y siempre me molestará de sobre manera.

Guárdense su estúpido juicio. No lo quiero.






-Nano está distraído.
-Nano tiene tiempo libre
-Nano está activo en FB
-Nano twittea
-Nano habló con tal

Y?


POISON OUT.




Simplemente quisiera que se relajaran conmigo. Eso es todo, relajado chamo. ¿Para qué carrizo juzgar o exigir imbecilidades? Relax.


Quienes deseen saber,
me esta yendo full bien. Los días son hermosos, el friíto es relajante, y los colores vívidos.
Pega brisa en la urbanización. El parque está a unos pasos de aquí.

Y es ahí donde tienen cabida todos, todos bien, todos por igual.
El resto se verá después.


NOTA: Quiero destacar que me encanta aconsejar, es algo muy mío, me gusta.
Y, es mi intención en este escrito registrar algo que pienso, el inicio del debate de la reciprocidad, (tema en el cual me gusta tomar la posición más desamarrada, la que alente a la espontaneidad descarriadamente)