martes, 27 de julio de 2010

Extraño a Edu.

Muchas veces la escritura se me es incitada por una canción que no abandona mi cabeza.

(8)... I found a way, I found a way.... If your open up your mind. It's gonna take some time to realize, but if you look inside I'm sure you'll find....(8)

Hoy suena en 103.mimente la canción inicial de la serie "Drake y Josh".
Es como un disco rayado... No ha terminado la frase y comienza otra vez, salta, se repite y comienza de nuevo, en el puente, coro.
Suena tanto que por primera vez hasta le he prestado atención a la letra... Y la razón por la que no abandona mi cabeza es porque está asociada a un recuerdo que anhelo en este momento.


En muchas noches de mi vida universitaria me desvelé terminando el informe para el día siguiente, y el ambiente en todas aquellas fue muy similar: mi hermano en su cama desplomado, dormido, arropado y sin lentes gracias a mi, respirando profundamente.
Como él no puede dormir o quedarse dormido con la televisión apagada, allí ella está, sintonizada en Nickelodeon, emitiendo Drake y Josh.

Y recordando, atormentado por la canción eterna, pienso.

Extraño a mi hermano.
A pesar de la ladilla de redactar esos imbéciles informes, ahora añoro un poco una partecita de esos momentos.

Había instantes en que paraba de teclear y volteaba.
La serie en la televisión de dos hermanos viviendo situaciones graciosas, estando, me entretenía y sacaba del deber.
Miraba hacia atrás y ahí estaba mi hermano, durmiendo. (Los dos compartimos el gusto por las series de Nick... De ahí que Hola Ola sea referido como iCarly peor. Aunque usted no lo crea)
El azul de las paredes afincado por el espectro titilante. La casa callada.
Solo suena la canción incesante, como justo ahora en mi mente.

Lo que pienso es que quisiera estar en un momento así y poder caerle a gritos, despertarlo bruscamente y hacerlo molestar. Esquivar los golpes riendo y tener otra anécdota con él, y contarla cuando tenga treinta años, o sesenta y dos.



Extraño a Edu. Ya le compré su CD de Slash.

Extraño a Edu. Quiero golpearle el brazo o hacerlo sentir más pequeño refiriéndome a él como niño. Quiero preguntarle discreto quienes son sus amigas a ver si descubro quién le gusta.

Quisiera despeinarlo o decirle que no quiero jugar Guitar Hero. Quisiera escucharlo contento decir que mamá está haciendo torta de chocolate. Quisiera regañarlo y demostrarle mi madurez explicándole que se la tiene que llevar mejor con Michelle. Quisiera explicarle algo, cualquier cosa, funciones, fracciones, la marea, motor de combustión interna, que lo aprenda y no lo olvide jamás. Que algún día diga, tal cosa es así y así, me lo enseño mi hermano.

Con él, debatir:

-Quién es más cool
-Quién sabe más de música
-Quién es mejor
-Quién quiere más al otro
-Quién es mejor en Guitar Hero (batería)
-Quién está más seguro de lo increíblemente gracioso que es él
-Quién twittea mejor
-Quién se la llevar mejor con mamá y papá
-Quién le sabe pedir mejor a ambos
-Quién tiene mejores shorts playeros
-Quién tiene más suéteres de cuello alto
-Quién se pone los zapatos de quien
-Quién persigue a quien
-Quién ordena las medias
-Quién usará la computadora de escritorio
-Quién extraña más


Eduardo, Eduardito, te pareces a mi papá, de chiquito eras una albóndiga con patas y llamabas a tío Pablo "tío Paaaalooooo". Enséñame a girar el balón de volleyball en la punta de los dedos y yo te enseño una buena base de matemáticas e inglés.



Lo anterior fue escrito en mi bloc cuadriculado el día lunes 26 de julio de 2010, día cien (se lee cien) de mi estadía en esta ciudad, en horas de la mañana.

Además...

Hoy es buen día para haber publicado esto,
porque mi hermano me incitó con sus tweets
y porque hoy entiendo un poquito más el tema de los juicios, su control, su descontrol.

Nota veloz acerca de lo que quiero recordar:
-Basta de hacerme juicios de mi mismo, y vivir bajo su despotismo.

Gracias Edu.

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