domingo, 26 de diciembre de 2010

Será que lo espontáneo...

¡Hola! ¡Buenas noches!

Hace un tiempo, un mes aproximadamente, me puse a pensar cómo en las películas las personas que quieren obtener algo en específico con tantas ganas, las personas inteligentes, dispuestas, crean conflictos para poder manipular la situación a su favor.

Ya a partir de ahí tengo un par de comentarios que hacer.

En primera instancia: ¿qué cosa en específico puedo querer tanto tanto para que me planifique con detalle y control? Han sido varias las ocasiones donde me he encontrado dudando si en realidad quiero "eso" en específico, cualquier cosa, una llamada, un chocolate, una reunión, un objeto. Lo curioso es que creo que en la mayoría de las ocasiones logro convencerme de que no, no es necesario, no lo quiero. Se me hace sencillo decir que no.

Entonces pienso, para lograr un plan, para ser un antagonista, necesito primero eso, necesito querer algo con fuerza, quererlo con excesiva intensidad, sin dudas. Quizás debería ser un YES MAN a ver qué pasa... Nah, muchos obstáculos.

Luego, el conflicto, crear el conflicto. Esta es la parte del tema que me gusta, que quisiera alcanzar. No lo veo como un obstáculo ni como un dilema, simplemente me parece que sería divertido probar mis capacidades sociales para obtener algo, evaluar objetivamente y proclamarme victorioso. Obtenerlo y saborearlo con sobre exaltación de la misma medida a la necesidad que me incitó a actuar.




Creo que no poder llegar a esas circunstancias es el precio de la espontaneidad digerida. Si vas con el río aprendes a llevar el ritmo y fluir, dejando de lado la capacidad de sentir la necesidad de acampar en un punto llamativo, donde la tierra sea barrosa, haga frío, los árboles mohosos, pero estés tranquilo, tengas tu vista.

Por posible miedo a tener que recapitular y hacer marcha atrás por haber decidido mal en un punto pues el número de decisiones fuera del canal se ha visto muy disminuido, y el sentido de aventura se difumina en lo lejano, como el león que vive encerrado, ya aburrido de hasta respirar.

Es medio terrible si además en el fondo te crees con potencial.

Bueno, hacer lo que los demás no hacen podría ser un inicio... Aunque de cualquier manera eso parece estar fuera de lo extremadamente espontáneo. Así que, decide Nano.




Nah, no es sólo lo espontáneo. La espina bajo la piel que reluce en esta publicación es más compleja que sólo eso.

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