En estos días pensaba en cómo los cambios aún se sienten. De estar muerto ya estaría feliz y tranquilo en un sitio tan distinto como este.
En otros días recordaba la emoción de empezar una nueva vida. Intensa hasta extenderse a lo ya estable y poder verla ahora en cuando llegué por primera vez al hotel o cuando caminaba cerca por ahí o a la oficina.
Ahora pienso que es distinto. Sin la certeza de saber si estoy emocionado estoy lanzado otra vez al absoluto cambio. De sitio, de días, de gente y de potencial.
Voy a endeudarme, voy a prometer y a medir. Ahora citadino disfrutaré de la cama en las tardes iluminadas de aire fresco. Mi casa. Por fin un sitio en el que viva yo. La ciudad y yo.
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