Obviamente, Felicidad Inesperada

Buenas tardes!

Hoy les escribe una persona distinta a la que escribió hace unas semanas, a la que abrió este blog. Ése estaba impulsado por un stress y una evasión hacia tantas cosas que había que hacer. ¡¡Y tanto peso!! Demasiado peso, llevándome a la dulce válvula de hacer algo chévere! que me ayuda: es importante para mi persona descubrir un poco más de mi. Además, todo esto de los blogs es muy cool. Mucho! Hoy no leeré nada de lo que he escrito hasta el momento.

Pero hoy, no. Hoy otra persona. Un Nano independiente de las reglitas esas universitarias. Con cinco materias aprobadas estoy sentado, bloggg. Blogueando. Y qué felicidad? Pues no tanta felicidad de saltar y brincar y gritar: felicidad que sí tuve al enterrarme que pasé Conversión 1. Esto es más bien un estado de qué carrizo? Dos trimestres y luego? A si... Claro.

Hoy estuve en una presentación donde había muy pocas personas. ¿47 pelagatos? Si, si, algo así. En una tarima que bailaba junto con nosotros como han bailado muchos edificios con el suelo en los temblores venezolanos. La música en una pieza simplemente dejó de sonar, y el grupo: ¡Jejejeje! Más fiiiino! ¿Esperamos la música? ¿Qué? ¿Qué? A si! Bailemos.

Lo que me lleva a, me gusta el folklore venezolano. Me gusta mucho! Y me gusta conocerlo cada vez más. Hay muchas cosas que no me gustan de muchas otras cosas. Pero bailar tradicional RULES! Un día veannos. Apóyennos! Si quieren saber el nombre del grupo al que pertenezco para satisfacer estas necesidades no comunes, sigan los siguientes pasos:

1.- Abrir en un explorador la página de Google.
2.- Escribir en el renglón de búsqueda lo siguiente: "se baila, se vive, se disfruta, pero ante todo se penetra en un mundo mágico"
3.- Primer enlace --> click. Taraaaaaan!

Pero hoy esa persona, bailador, duerme hasta próximo aviso. En fin. Qué felicidad? Qué? Qué? Ninguna felicidad desbordante nada. Así que estos días a perder mucho tiempo en banalidades que me devuelvan al stress de la universidad pronto.

La vida no es tan chévere cuando no se la dedicas a nadie. No. Mejor, los días son bien chéveres cuando se los dedicas a alguien. No. Esto es, tengo a esta niña en la mente y quisieeeera poder tenerla cerca, muy cerca. La vida no es menos chévere en este momento. Es muy chévere poder pensar en ella y en todas las imposibilidades que hay entre los dos. Como los intereses. Pero se va, y la quiero cerca.

Soledad melancólica, o lento palpitar. ¿Les gusta la intensidad de esta felicidad ausente?

Ahora leeré lo escrito y titularé. Diganme qué tal quedó.